Nacido en Zaragoza hace algo más de 34 años, llegué a Tarragona para terminar mis estudios y la idea de regresar se fue difuminando poco a poco. Todo aquel que haya paseado por sus calles, se haya asomado al balcón del Mediterráneo o haya paseado por las playas, sabrá a lo que me refiero. No son solo sus lugares, también es el carácter acogedor de la gente, que te enseñan con orgullo su ciudad, sus pueblos y sus rincones. Es así como fui haciendo esta tierra cada día un poco más mía. Supongo que como tantos otros que han ido llegando a lo largo de los años. Si los romanos decidieron que Tarraco sería capital de un Imperio, ¿cómo no iba a convertirse en mi hogar? Sin embargo, durante todos estos años he podido apreciar cosas que no se han hecho bien, especialmente en infraestructuras y comunicaciones.
¿Una estación de Ave a trece kilómetros de la ciudad en medio de la nada? Tarragona es la única ciudad catalana en la que la estación no se encuentra ubicada en núcleo urbano. Eso ya tiene difícil solución. Ahora bien, lo que sí puede solucionarse es facilitar un transporte público de calidad que conecte la estación con el resto de poblaciones. Para que sea más sencillo desplazarnos a nuestras ciudades y facilitemos las conexiones con todo el territorio a los que vienen a conocer sus rincones.
¿Por qué las Terres de l'Ebre siguen abandonadas? No os cuento nada nuevo, el diagnóstico todos lo conocemos y lo sufrimos: conexiones ferroviarias deficientes y retrasos; por no hablar de la N340 y las opciones alternativas para desplazarte hasta allí por carretera. A pagar, es lo que hay. Y lo mismo ocurre si queremos ir al Vendrell, Calafell, Cunit: pase por caja o coja una N340 colapsada de tráfico y aderezada con unos cuantos puntos negros. Pero hoy no escribo para eso, lo hago para hablar de un principio que forma parte del ADN del partido al que represento (C’s), para hablar del principio de UNIÓN.
Igual que todos apostamos por unas mejores infraestructuras que nos unan, C´s apuesta por una España unida, donde se respete la pluralidad, la cultura y la idiosincrasia de cada territorio. Por una Cataluña unida y fuerte, una tierra de oportunidades que vuelva a ser un motor económico. Pero para eso, necesitamos también una Tarragona unida. Hablar de mejorar las infraestructuras de Tarragona es hablar de unión. Las infraestructuras acercan a los territorios y a su gente. En Tarragona necesitamos unas buenas infraestructuras que unan al territorio y a sus habitantes.
Comenzamos una nueva campaña electoral en la que los partidos políticos vamos a intentar convencer a los ciudadanos sobre porqué decantarse por nuestras siglas a la hora de ir a votar el día 26 de junio. Y pase lo que pase, nosotros apostaremos por dejar a un lado las diferencias con los demás partidos políticos y estar unidos para conseguir traer a la provincia las inversiones que se merece a partir del día 27. Nos comprometemos a sentarnos con las demás fuerzas políticas y llegar a acuerdos poniendo los intereses del territorio por encima del resto.
Solo si todos estamos unidos conseguiremos hacer de Tarragona una provincia igualmente unida. Solo unidos conseguiremos llevar a Tarragona al lugar que se merece.
